En los últimos años se ha impuesto la necesidad de valorar las empresas mediante un método técnico a fin de proporcionar a los interesados (terceros y gestores) información básica acerca de la realidad patrimonial de una empresa, su potencial, su desarrollo o cualquier otra característica de la misma susceptible de ser valorada (evaluación de la gestión institucional, políticas del manejo de recursos, capacidad de deuda, reestructuraciones, fusiones, procesos de venta, adquisición, sucesiones, etc).
La medición de las variables que forman parte de este tipo de costeo requiere la aplicación de técnicas que permitan determinar un valor estimado de empresa debidamente sustentado frente a diferentes escenarios posibles.